Salgo de Rendi por última vez, acabo de despedirme de mis jugadores y de los trabajadores del Club que durante estos 2 últimos años me han hecho sentir como en casa, ha sido imposible contener alguna lagrima. Os voy a echar de menos.
El fútbol nunca te avisa de cuando llegas ni cuando te vas. Me marcho a mi casa pero me dejo parte aquí. No es para menos. Aquí he sido feliz y me llevo un gran recuerdo. El primero para Darko Kovacevic quien confió en mi para venir a entrenar a Olympiacos. Inolvidable.
Me voy impresionado por la dimensión de este CLUB, por esta maravillosa CIUDAD y este PAIS que me trato como uno más. Agradecido por el apoyo de toda la gente que me he encontrado y que hicieron mi vida en El Pireo más sencilla llena de comodidades. Emocionado también por el recuerdo de los aficionados y las tardes de Karaiskakis que con sus corazones en la garganta, empujaban a los jugadores hasta las victorias. Aún retumban mis pies con sus cánticos. Cada día igual.
Esos que ayer tomando un café cerca de mi casa se pusieron en pie aplaudiéndome mientras charlaba con mi mujer. A vosotros tampoco os olvidaré. Como no podré hacerlo jamás de igual manera con todas aquellas personas que colaboraron , trabajaron y se esforzaron para que no echara de menos a mi familia. Aquí os quedáis con mi corazón.
Sería unas lista tan interminable que no podría acabar… Stella, Roberto , Elvira, Marina, trabajadores del Club y gente de mi staff, personal de PAE y Rendi: a todos ellos mi gratitud. Y por supuesto al eterno Koulis Dourekas, que con su aliento y apoyo también ha marcado goles importantes. Todos ellos me enseñaron como se quiere a un Club. Se acabó pero no olvido.
Siempre adelante La Leyenda.
Pame Thrylos Pame



